jueves, 13 de julio de 2017

MINERIA PARA EL DESARROLLO TERRITORIAL

En defensa de una minería ambiental y socialmente responsable.

Por: Avelino Diaz R*

Debo decir de entrada que negarse al desarrollo minero y de hidrocarburos corresponde a sana posición de aquellos que las promueven, pero olvidan ellos en primer lugar la generación de empleo y de recursos económicos para las poblaciones que estas inversiones traen. olvidan adicionalmente, que la provisión de alimentos, y otros bienes de subsistencia y de consumo provienen o se basan en buena parte al desarrollo de la minería.

Australia, Canada, Sudafrica, Rusia, han derivado buena parte de su desarrollo en la minería. algunas de las principales empresas colombianas hacen parte de este sector económico como lo son  Argos, Ecopetrol, Mineros S.A. entre muchas otras;  ni los países mencionados ni las empresas han sido ajenos a los conflictos con las comunidades que habitan el entorno en el que desarrollan sus proyectos.
Tomado de:http://elpilon.com.co/hora-prevenir-secuelas-la-mineria-cielo-abierto/

Hay que hablar entonces de la minería responsable, aquella que mitiga el impacto ambiental, aquella que no destroza  el paisaje, ni afecta las fuentes hidricas, aquella minería que promueve el desarrollo del hábitat, la que dialoga de manera transparente con la sociedad a la que impacta directamente. que promueve fuentes alternativas para el desarrollo económico de la región donde se inserta. la que entiende el temor de las poblaciones a quedarse sin agua pura, sin sus bosques oxigenantes e hidratantes. 

Hay que entender entonces, que del desarrollo minero, de la empresa minera no depende la migración laboral hacia la región minera, que de la empresa minera no depende en exclusiva la prostitución que se genera, que de la empresa minera no depende la inseguridad y los problemas de convivencia que se generan en las regiones mineras. cabe el interrogante aquel de entonces si sabe que va a pasar, porque permitimos como Estado y como sector que se repita.

Se han establecido por ley, planes de manejo ambiental, las empresas han instituido es sus estructuras organizacionales  y empresariales, el relacionamiento con la comunidad y la responsabilidad social empresarial, además se han sometido a procesos de certificación ambiental; sin embargo no convencen a las poblaciones, y en las regiones siguen presentandose problemáticas sociales, inseguridad, migraciones laborales no contenidas, y otros fenómenos sociales como urbanización informal e ilegal entre otros.

Nadie quiere miles de "Tar Sands" regados por el planeta con bosques destrozados, y aguas no aptas para el consumo humano, y aunque el ejemplo no sea el mejor es claro que un desarrollo urbano al estilo de Mirny en Rusia, para el caso colombiano es un modelo a adaptar, prescindiendo del impacto ambiental que este genera, es decir una mina con un plan de manejo ambiental, que cumpla con las normas técnicas, y que incluso mitigue, repare, y compense los daños de manera sustantiva es lo ideal. 

Fuente: https://es.rbth.com/pol%C3%ADtica-y-sociedad
/sociedad/2016/05/20/vivir-junto-a-la-mina-de-diamantes-
mas-grande-del-mundo_594755




















Cualquier ciudadano habitante de una municipalidad o región minera, quisiera ver su municipio con desarrollo urbano, vial, vivienda de calidad, equipamiento social y comunitario, con emprendimientos alternativos al desarrollo minero, como plan de previsión al futuro innegable de los cierres de mina, citando el mismo caso de Mirny y que no es el único, donde la mina cierre y el territorio social pierde empuje, por la falta de capacidad de adaptación al cambio, que desafortunadamente para las administraciones públicas no es inesperado.

No hemos visto en el caso colombiano ciudades que un desarrollo urbano, o con calidad de hábitat proveniente de las regalias mineras, la corrupción y el desgreño administrativo, así como la falta de control central, han permitido la dilapidación de recursos, donde se debe insistir las compañías responsables de la explotación tienen escas parte en la responsabilidad. no corresponde a ellos la desarticulación institucional entre los distintos niveles y dependencias del Estado.

El Modelo ideal entonces debe ser el de permitir la explotación con reglas claras de lado y lado, el agua debe ser protegida por ambas partes, el impacto sobre el paisaje que es inevitable, debe se mitigado y compensado, pero ante todo debe existir un plan de manejo socioeconómico territorial del desarrollo minero, es decir la previsión de problemáticas como alternativas económicas y la generación de emprendimientos alternativos y complementarios a la mineria; propiciar el desarrollo urbano que mejore la calidad de vida y del hábitat de los residentes originarios, es decir, desarrollo vial, mejoramiento barrial, integración zona urbana y rural, equipamiento social y comunitario en zona urbana y rural, integración de la educación superior, inversión cultural. Pero no solo  se trata de los paliativos sociales que puede brindar la empres minera a través del relacionamiento con la comunidad y de su política de responsabilidad social empresarial. Se trata de la convergencia de las acciones de gobierno a con políticas públicas, y presencia institucional permanente, en articulación con la empresa privada y las universidades. 

Esa falta de ejecutorias políticas de los diferentes niveles del Estado, los diversos desastres y errores ambientales de las compañías mineras, y la no convergencia institucional hacia el favorecimiento de las condiciones para los habitantes y de la inversión, son la combinación perfecta para el rechazo al desarrollo minero. Conociendo de antemano estos factores, los procesos se dimensionan en pequeño, y las responsabilidades en vez de compartirse se rebotan. así que el inicio, o el primer escalon en la solución a este rechazo es articulación entre sectores y acción estatal, legitimación del desarrollo minero.

*Politólogo Mg en Hábitat
Director de Gabinete Ejecutivo





No hay comentarios:

Publicar un comentario

CONSTRUYENDO IMAGINARIOS POLÍTICOS, Encuestas y estrategias de campaña política.

Imaginarios que no corresponden con el ideal de sociedad y de Estado, que anhela el electorado, tal vez una campaña desenfocada, aupada por...